Rectificado de superficies planas

Rectificado de superficies planas

¿Para qué sirve una rectificadora de superficies planas?

Cuando hablamos de acabados de alta precisión en piezas metálicas, hay una máquina que se roba el protagonismo en el taller: la rectificadora de superficies planas. Aunque muchas veces se encuentra al final del proceso de mecanizado, su rol es clave para alcanzar ese acabado perfecto que muchas industrias requieren.

 

¿Qué hace exactamente una rectificadora?

La rectificadora es una máquina diseñada para desbastar material mediante abrasión, utilizando una muela que gira a gran velocidad. A diferencia de otras máquinas de corte, la rectificadora no arranca grandes cantidades de material, sino que elimina pequeñas virutas de forma progresiva. Este proceso permite lograr superficies más lisas, precisas y ajustadas a tolerancias muy específicas.

Por lo general, el trabajo de rectificado se realiza en varias pasadas: se comienza con una muela de grano grueso, y conforme se avanza, se sustituye por muelas de grano más fino, hasta obtener el resultado deseado. Es como pasar de una lija gruesa a una de pulido, pero con una precisión que puede llegar a tolerancias de 10 a 16 micras.

 

¿Por qué se recurre al rectificado?

Durante el mecanizado, es común que las piezas sufran imperfecciones como excentricidad, rugosidad o errores en la circularidad. Ahí es donde entra el rectificado: su objetivo principal es corregir estos defectos para que la pieza cumpla con las dimensiones y geometrías requeridas.

Además de dejar superficies completamente lisas y pulidas, también se utiliza para llevar una pieza a su medida final, respetando tolerancias muy estrechas que otras operaciones no pueden alcanzar con facilidad.

 

Tipos de rectificadoras:

Aunque todas comparten el principio de trabajar con una muela abrasiva, no todas las rectificadoras son iguales. Existen varios tipos, y cada una se adapta a diferentes geometrías y necesidades:

Rectificadoras planas o frontales: Son las más utilizadas para superficies planas. Se emplean en sectores como la automoción, la ingeniería mecánica y la construcción de herramientas. Una variante muy usada es la rectificadora vertical, ideal para tareas de alta precisión en superficies horizontales.

Rectificadoras cilíndricas universales: Perfectas para trabajar piezas de forma cilíndrica o cónica, tanto en su exterior como interior. Además, también pueden realizar rectificados frontales.

Rectificadoras sin centros: Como su nombre indica, no necesitan fijación axial. Son especialmente útiles para piezas largas, delgadas o difíciles de sujetar.

Rectificadoras cortadoras: Diseñadas para trabajar de forma rápida, son ideales para mantener afiladas las zonas de corte y conservar su geometría.

Un último paso que marca la diferencia
Aunque podría parecer un proceso complementario, el rectificado es muchas veces lo que define si una pieza está lista para cumplir con los estándares más altos. Es ese último toque que asegura que la superficie esté pulida, libre de imperfecciones, y cumpla con todas las especificaciones técnicas.

Así que la próxima vez que escuches hablar de una rectificadora de superficies planas, sabrás que no se trata solo de una máquina más en el taller: es una especialista en dejar todo en su lugar, con la precisión de un relojero y la fuerza de un verdadero gigante del mecanizado.

¿Necesitas asesoría para elegir tu Maquinaria, Herramientas y/o Accesorios ideales para tu taller?

Contacta a nuestros expertos
Regresar al blog